Estimados miembros y lectores de la AMIL,
Estamos en pleno verano y tienen en vuestras manos el Boletín n.°361.
Durante la larga y fraternal amistad que mantuve con mi predecesor, el Dr. Roger Pilon (1990 - 1997), a menudo me han estimulado sus sugerencias y reflexiones. Hace unos meses, durante una de nuestras conversaciones telefónicas, le manifesté mi sorpresa al comprobar que, en el caso del Sr. Jean-Pierre Bély (curación considerada milagrosa n.°66), el obispo de Angoulême, Mons. Claude Dagens, había reconocido en su decreto «el carácter auténtico de la curación» sin mencionar ni referirse al término prodigio, milagro o signo.
Unas semanas más tarde, el Dr. Pilon me envió sus comentarios sobre el decreto de reconocimiento de la curación inexplicable del Sr. Jean-Pierre Bély.
Publico este texto precedido de la reproducción de una conferencia que pronuncié en enero de 2020 en el Instituto Católico de París durante un coloquio ecuménico bajo el fascinante título «¿Dios sigue curando?»
Así pues los lectores podrán reflexionar, con este Boletín, sobre la raíz de nuestra afiliación a la Asociación Médica Internacional de Lourdes, que es nuestra relación con Lourdes y sus curaciones inexplicadas.
Creo que serán de igual interés los artículos de nuestro colega Yves Mesplède, que nos cuenta sus experiencias como paciente y convaleciente, y el de nuestro futuro colega Thomas Gaziano, que pasó unas semanas con nosotros en Lourdes en 2023 y resume aquí sus emociones y descubrimientos.
En la tradicional Agenda, como siempre, encomendamos a sus oraciones las numerosas intenciones que nos han sido señaladas.
Desde un Lourdes finalmente repleto de peregrinos y peregrinos enfermos, les envío un cordial saludo.
Sandro de Franciscis ■
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